Curiosidades de Marruecos

Marruecos es un país conocido de una naturaleza muy viva, pues aún posee muchos espacios y lugares vírgenes, además de contar con unos recursos naturales expcionales. Dentro de este fascinante país descubres las curiosidades de Marruecos y vives una increíble experiencia en Marruecos.

El tiempo no existe

Lo primero que aprendí sobre Marruecos fue que el tiempo no existe. Tuve la sensación durante todo el viaje de que el control de las horas no era para nada importante. Algo que es caracteriza es que son muy, muy pacientes, aunque por el contrario no suelen llegar tarde a la cita. Mi viaje solidario a Marruecos coincidió con el cambio de hora de invierno y, sin embargo, cuando llegó el momento de cambiarla, no fue tan fácil. Algunas personas decían que no había que cambiarla, mientras que otros decían que sí. El gobierno ordenó que así se hiciese, pero aun así mucha gente mantenía el horario de trabajo antiguo. Fue una locura absoluta que cada uno viviera con horarios diferentes, y cuando quedábamos tuviéramos que preguntar: ¿a la hora antigua o a la nueva? Y aun así no conseguíamos coordinarnos.

Diferencia de economía en Marruecos

Como todos sabemos, la economía de Marruecos es diferente a la nuestra, por lo que la importancia que le dan al dinero también lo es. Muchos días cogimos un taxi desde la ciudad a la aldea, que salía a 50 céntimos al cambio por persona si el taxi se llenaba. Para que eso pasara, teníamos que esperar el tiempo necesario, que con suerte era menos de una hora (como ya he dicho, son muy pacientes). Y todo por no pagar un poco más. Y es que el valor que le dan tanto al tiempo como al dinero en nada se parece al de España. Además, es muy habitual que los marroquíes desde que son muy pequeños, ofrezcan su ayuda (por ejemplo, como guías turísticos) a cambio de unas monedas.

Remedios caseros

Si estas enfermo o tienes dolor de cualquier cosa, siempre tiene solución. Tienen remedios caseros para todo tipo de problemas, y además muy efectivos y nada perjudiciales. Por ejemplo, cuando tienes dolor de cabeza suelen masajear el cuero cabelludo con aceite caliente, después se protegen con un gorro y listo para dormir. Un día me dieron una infusión muy efectiva después de haberme pasado toda la noche en el baño. E incluso los jabones, pintalabios y demás maquillaje que usan son totalmente naturales.

Cohesión familiar

Compartir es la segunda palabra que aprenderás allí. Su forma de vida no se parece en nada a la nuestra. Su economía les obliga a vivir con toda su familia, y eso quiere decir que puede haber desde 10 hasta 30 o más personas compartiendo la misma casa, el sueldo y los gastos, y esto implica que las casas sean amplias y que algunos duerman en los sofás. Las mujeres suelen mudarse a vivir a la casa del marido y respectiva familia, donde trabajan y tienen las mismas responsabilidades. La comida también se comparte: se cocina en un recipiente grande y comen en la misma mesa, y de manera muy educada y ordenada.

Existen muchas normas en relación a la manera correcta de comer. Quiero compartir esto porque yo lo supe casi cuando me iba a ir y pienso que es importante que todo el que viaje a Marruecos lo sepa. Lo primero de todo, es que no usan cubiertos en las casas, a menos que los pidas. La comida se recoge con un trozo pequeño de pan, que NO deberá introducirse de nuevo en el plato. El pan lo hacen casero al menos una vez por semana. Además, siempre se coge comida de la parte que te corresponde, formando así un pequeño muro de comida con las personas de tu alrededor. Además, debe hacerse siempre desde el filo hacia el centro del plato. Y algunos gestos, como estornudar y sonarse durante la comida, está mal visto.

La hospitalidad

La gente en Marruecos es muy cariñosa. Es común ver a dos hombres o niños dándose besos o de la mano, aunque eso sí, entre personas del mismo sexo no es tan común. Además, son muy serviciales, siempre estarán dispuestos a ayudarte, a alojarse en sus casas o simplemente a que pases a tomar el té un rato.

La importancia de la religión de los marroquís

La religión es una de las cosas más importantes para los marroquíes. La mayoría se lo toman muy en serio, y no han probado el alcohol ni tabaco en la vida. De hecho, te resultará complicado encontrar la venta de alcohol en comercios o restaurantes, a menos que estén expresamente preparados para los turistas. Además, los tatuajes y piercings no se ven allí. A menos que seas musulmán, te será imposible entrar en una mezquita. De hecho, solo hay dos en todo el mundo que son accesibles: la de Casablanca y la de Estambul. El día cuenta con 5 rezos en total, a los que la mayoría acude sin falta. En todos ellos se hace una llamada minutos antes de que empiece, incluido el primero a las 5 y media de la mañana. Si por algún motivo no pueden acudir a la mezquita en ese momento, lo harán en el lugar que estén, aunque la realidad es que suelen dejar lo que estén haciendo, el trabajo incluido, para asistir. En los puestos de la calle se ven palos atravesados para avisarte de que no entres en ese momento. Cada uno de los rezos son cortos, entre 5-15 minutos y se pueden escuchar si te acercas a una mezquita. Antes del rezo, tienen como costumbre lavarse el cuerpo. Las mujeres son las únicas que no pueden entrar en las mezquitas en el período de menstruación. En los aeropuertos también disponen de salas de rezo.

Los Saludos

Otra curiosidad es la manera de saludarse. Esto depende de factores como el sexo y la confianza. Mientras que en España solemos dar 2 besos o la mano entre hombres, en Marruecos cuando dos hombres que se conocen se saludan, se dan la mano durante los 4 besos que dura el saludo, a la vez que pronuncian unas palabras de afecto que tienen como tradición. Entre ellas, se pregunta qué tal la familia, ya que para ellos es lo más importante. Además, se hará varias veces seguidas. Al finalizar, juntan su mano en el pecho como signo de respeto y amor. Si el saludo es entre dos mujeres conocidas, entonces se darán besos, pero nunca se sabrá cuantos, ya que es posible que sean 4 o a lo mejor 8. Es decir, no tienen un patrón estipulado. Entre un hombre y una mujer, no suele haber un saludo de contacto a menos que se conozcan mucho. Cuando las personas no se conocen se suele decir salam con la mano en el pecho. La diferencia entre salam y as-salāmu ʿalaykum es que la primera se dirige a una persona y la segunda un grupo, ya que es plural.

Una de las cosas que más llamó mi atención en Marruecos fue la manera de sentarse en los bares y restaurantes. A diferencia que, en España toda la mesa acostumbra a sentarse para el mismo lado, de manera que todos puedan mirar hacia la calle, como puede verse en otros países como Francia. Hacer voluntariado o viaje solidario es una gran experiencia, así lo hacen saber nuestros voluntarios a través de sus testimonios, y en algunos posts te hemos contado cómo puede cambiar tu vida. Un voluntariado con Initiative Association puede conectarte con otras personas y culturas.

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